80 años ofreciendo
Excelencia académica

Por: Alberto Foncerrada. EN

Fuente: Revista UNAM Internacional

A finales de 2022, la UNAM Chicago participó en la conferencia anual de la alianza académica de universidades estadounidenses conocida como Big Ten (“Diez Grandes” sería la traducción literal, aunque la alianza aglutina catorce IES y continúa creciendo), en una sesión especial centrada en el papel de las representaciones universitarias en el extranjero.

La sede de la UNAM expuso en ese foro algunas de las principales características y objetivos de la internacionalización, así como la misión de esta representación en el extranjero. Se explicaron los beneficios concretos de su trabajo para los estudiantes y cómo se fomenta la vinculación con diferentes universidades.

Hanna Buxbaum, vicepresidenta de Asuntos Internacionales de la Universidad de Indiana y presidenta de asuntos internacionales en la Alianza Académica Big Ten, dijo en esa ocasión:

El evento fue una magnífica oportunidad para el intercambio de información, misma que en su momento habrá de redundar en una fructífera cooperación académica. Fue en este contexto que entrevistamos a Buxbaum.

Alberto Foncerrada: Al escuchar Big Ten, la gente en Estados Unidos piensa inmediatamente en deportes, en equipos de basquetbol y futbol americano, mientras que en México en realidad no se sabe qué es. ¿Nos podría explicar qué es?
Hanna Buxbaum: Efectivamente, la mayoría de la gente escucha Big Ten y piensa en deporte universitario. Sin embargo, existe la parte académica de esta alianza de universidades con más de diez y muy pronto incorporaremos a la Universidad del Sur de California (USC) y a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Los rectores se encargan de coordinar este grupo académico en el que las universidades se reúnen para compartir buenas prácticas de aprendizaje y promover su misión como entidades de investigación, pero también para emprender iniciativas conjuntas de diversa índole.

La Alianza Académica Big Ten tiene varios grupos de trabajo. Por ejemplo, además del rector, que representa a todas las universidades, los directores de comunicación tienen su propio grupo, al igual que los altos funcionarios internacionales, que es en el que yo participo. Es realmente maravilloso trabajar con colegas de otras universidades en actividades similares y en la promoción del compromiso global. Todos mantenemos, como saben, una sólida red de aliados internacionales y colaboramos con universidades de todo el mundo.

También nos interesa saber en qué iniciativas podemos participar colectivamente, por eso intentamos reunirnos presencialmente al menos una vez al año.

AF: ¿Cuál es su papel como presidenta?
HB: Trabajo con un pequeño comité ejecutivo para preparar los programas y discutir con el grupo los asuntos más importantes del momento. Durante la COVID-19 nos enfrentamos a problemas muy parecidos, por lo que tuvimos mucho que compartir. Un ejemplo son los reglamentos migratorios, algunos de los cuales son estratégicos. Ahora mismo estamos muy interesados en trabajar estrechamente con las oficinas de equidad en la diversidad e inclusión de nuestros campus para lograr un compromiso global respecto de estos temas.

AF: La mayoría de estas universidades está en el medio-oeste de Estados Unidos, pero algunas se encuentran en el oriente del país, ¿cierto?
HB: Es una pregunta históricamente interesante. Cuando se creó la Big Ten, estaba enfocada en el medio oeste, pero se ha ampliado de modo que ahora la Universidad de Rutgers y la de Maryland, en la costa atlántica, además de las universidades de California ya mencionadas, forman parte de nuestro grupo. Así que debo decir que la locación ya no es un criterio definitivo, aunque la mayoría de las universidades se encuentra en la región original.

LA UNIVERSIDAD DE INDIANA CUENTA CON CINCO OFICINAS EN EL EXTRANJERO: UNA DE ELLAS ESTÁ EN CIUDAD UNIVERSITARIA

AF: Ha sido una gran experiencia para la UNAM Chicago participar en su reunión anual. ¿Con qué frecuencia realizan este tipo de invitaciones? ¿Siempre tienen algún representante internacional? ¿Cuál es el beneficio de este trabajo en red?
HB: Cada determinado tiempo invitamos a alguna entidad a que nos acompañe en estas reuniones. La Sede de la UNAM en Chicago forma parte de una red de oficinas globales y algunas de las nuestras también las tienen. La Universidad de Indiana cuenta con cinco oficinas en el extranjero: una de ellas está en Ciudad Universitaria en la Ciudad de México. Agradecemos mucho a la UNAM que acoja esta oficina; ha sido un apoyo excepcional para el trabajo que desempeñamos en México y en toda Latinoamérica. La Universidad Estatal de Ohio también tiene varias oficinas en el extranjero y nos pareció muy interesante aprender de las dos instituciones.

AF: Otro miembro de las Big Ten, la Universidad de Illinois, inauguró el año pasado su oficina en nuestro campus, a la que acudieron la alcaldesa de Chicago y la Cámara de Comercio Hispana de Illinois, lo que demuestra la enorme apuesta de todas estas universidades por la internacionalización.
HB: Sí, y creo que es un paso importante más allá de los acuerdos de movilidad. Siempre hemos tenido muchos estudiantes que se van a estudiar al extranjero y, por supuesto, tenemos un flujo constante de profesores que cruzan fronteras para trabajar en proyectos de investigación con universidades de otros países. Pero creo que es muy beneficioso tener una presencia permanente en lugares concretos para lograr actividades globales fruto de un proceso más institucionalizado y un compromiso más duradero y sostenible con determinadas regiones.

AF: ¿Cuál es el mayor reto al que se enfrentan como organización?
HB: El financiamiento. Con fondos ilimitados podríamos hacer mucho para ayudar a nuestros estudiantes. En un mundo ideal, me encantaría que todos y cada uno de los estudiantes tuviera la oportunidad de estudiar o de realizar prácticas profesionales en el extranjero. Creo que sería increíble, pero la realidad es que eso no resulta —al menos hoy— económicamente factible. Aparte del financiamiento, los efectos de la COVID-19 siguen siendo, sin duda, un reto, a pesar de que nos estamos recuperando en términos de la participación de los estudiantes y profesores. Por otra parte, en Estados Unidos los desafíos geopolíticos, especialmente con China, representan un problema. No estamos solos en eso; hay muchos temas geopolíticos hoy. Uno de los principales retos en los últimos tiempos ha sido la demanda generada por estudiantes y académicos refugiados por los conflictos en Ucrania, Afganistán y, ahora, Irán. Creo que esta es una realidad a la que todas las universidades están haciendo frente: cómo ser capaces de apoyar al mayor número posible de estudiantes y académicos refugiados. Y, por desgracia, creo que es probable que esto se convierta en parte de nuestro trabajo más adelante. Este ha sido un reto importante para todas nuestras instituciones.

AF: Hubo mucho interés por parte de algunos de sus colegas en nuestros programas de español. Incluso discutimos abiertamente por qué sus estudiantes prefieren ir a España que estudiar en México; en esa área creo que hay mucho potencial.
HB: Estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que hay un enorme potencial por explotar. Mi equipo tiene muchas ganas de trabajar con ustedes en ese sentido y retomo la importancia de las sedes internacionales en el extranjero, como la alianza entre la Universidad de Indiana y la UNAM. La UNAM ha establecido magníficas alianzas con muchas otras universidades y también con el trabajo que hacemos en conjunto. Creo que esto va a seguir mejorando el flujo de información, los contactos y las redes y las conexiones basadas en la investigación que apoyan nuestra labor.